lunes, 30 de marzo de 2009

EL VIAJE

Zapatos negros acordonados, impecablemente lustrados, medias nuevas relucientes y también oscuras, muriendo a la altura de las rodillas.
El traje del mismo color, con exquisitos detalles de terminación, estaba inserto en tendencias del momento, en cuanto a moda masculina.
Verdadero ejemplo de elegancia y porte, lo cargaba de prestancia, dándole un toque señorial.
Era un saco recto de dos botones, presentaba pequeñas solapas y se usaba cerrado ya que era muy amplio a su frente y los detalles tanto de camisa como de corbata jamás pasaban inadvertidos.
Las mangas a la altura de las muñecas presentaban dos botones dorados y sobresaliendo una blanca camisa de seda.
La inmaculada prenda, presentaba unos detalles a su pecho, unas delicadas franjas afinadas de color celeste, muy atenuado que corrían perpendiculares a la carrera de botones.
Lo elegante y distinguido que había querido, lo había logrado con creces, si quería llamar la atención durante el viaje, había encontrado la indumentaria apropiada.
Era una persona sumamente coqueta, por tanto para que el círculo encajara perfectamente, los detalles del rostro no podían faltar.
El delicado bigote, prolijamente adaptado a su rostro, acompañado por la vestidura impresionaba, marcaba claramente un estilo de caballero aristocrático.
Pronto llegarían los invitados para saludarle y despedirle, el viaje había surgido casi de improvisto, pero no era, Don Anselmo una persona de viajar sin despedirse.
Era una reunión para nada austera, por el contrario, dejaba de manifiesto el alocado esmero de su anfitrión por que los invitados se marcharan satisfechos.
La confitería había llegado, la comida estaba pronta para agasajar a todos.
A las afueras el mayordomo y el hijo de Anselmo ultimaban los retoques definitivos.
-¿Está todo pronto?
-Si, el señor no ha descuidado ni un solo detalle.
El velatorio será inolvidable y todo un suceso social.

Pablo Fagúndez

1 comentario:

  1. Dios Mío que final!!. El autor es en un innato hacedor de finales imponderables.

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